Hoy todo el
país, movimiento social, organizaciones populares, instituciones, el pueblo en
general, conmemora, a nivel nacional, los 50 años de la llamada Gesta Heroica
del 9 de Enero por la Soberanía. Se
recuerda que en aquella fecha el país sufrió la violenta agresión de la policía, la población civil y
del ejército estadounidense dejando como saldo 23 panameños muertos y más de
quinientos heridos. Los hechos
ocurrieron en el marco de la decisión de un grupo de estudiantes de escuela
secundaria, del Instituto Nacional particularmente, de izar la bandera en un
centro educativo de la antigua Zona del Canal.
El gesto fue brutalmente impedido, los estudiantes agredidos y la
bandera pisoteada y rasgada por la policía, estudiantes y civiles zoneítas, lo
que desencadenó la furia del pueblo panameño que en unidad respondió con
protestas, movilizaciones y piedras contra el ejército de Estados Unidos que
arremetió indiscriminadamente contra la población.
Un año antes
los gobiernos de Panamá y de Estados Unidos habían acordado la decisión de que
en aras de los reclamos históricos del país del reconocimiento de la soberanía
panameña en el territorio ocupado se izara la bandera panameña a lado de la bandera
de Estados Unidos en las diferentes instituciones públicas de la antigua Zona
del Canal. Esta medida debía cumplirse
un año después, es decir desde principio de enero de 1964. Ante el incumplimiento de las autoridades de
la Zona, el estudiantado panameño secundario y universitario elevaba el nivel
de exigencia y realizaba diferentes acciones pacíficas tendientes a lograr el
fin, que era el fruto de las constantes y largas gestiones y luchas que desde
la instalación de las bases militares y la apertura del Canal de Panamá (15 de
agosto de 1914) se venía realizando tendientes a la derogación del Tratado del
Canal (1904) firmado entre el gobierno de Panamá, con una delegación
fraudulenta, y el gobierno de Estados Unidos que le concedía al segundo, a perpetuidad,
la franja donde se construiría el Canal.
Ante los
trágicos acontecimientos que se iniciaron el 9 de enero de ese año, y que se
extenderían los días 10 y 11, el presidente de entonces, Roberto F. Chiari,
rompió relaciones con Estados Unidos, en un gesto de protesta y de dignidad, de
alto contenido histórico, pues fue la primera y única vez que un gobierno de
Panamá confronta directamente al Coloso del Norte.
La
conmemoración de aquellos acontecimientos motiva en primer lugar a recuperar la
memoria histórica y el reconocimiento de la causa de los Mártires de Enero por
la Soberanía, aquellos que ofrendaron su vida en esta Gesta por el cierre de
las bases militares, la salida definitiva del ejército represor y la entrega
del Canal de Panamá. Las organizaciones
populares del país y personas de alto sentido cívico y patriótico jamás
olvidaron a los Mártires que gritaron “¡Bases No!” y le hicieron honor a lo
largo de las décadas. El aniversario
número cincuenta ha dado paso a una jornada nacional libre de trabajo, de
reflexión, de estudios, análisis, opinión, de arte popular en las calles, de
expresiones artísticas y culturales, de concentraciones, de foros, caminatas y
pronunciamientos.
El ejemplo
patriótico del estudiantado comprometido y del pueblo en general de aquella
época queda como un legado para las nuevas generaciones, para la formación y
elevación del espíritu y de la conciencia crítica de la juventud, y para
mantener viva la memoria histórica de aquellos acontecimientos que marcaron la
vida de nuestro país, como lo fueron también los largos años de la dictadura
militar de Omar Torrijos y Manuel Antonio Noriega (iniciada en octubre de 1968),
la oprobiosa invasión militar de Estados Unidos a Panamá (20 de diciembre de
1989) y las políticas neoliberales que los gobiernos posteriores han impuesto
en el país.
La sangre
derramada por los Mártires de Enero es traicionada cuando se les mantiene en el
olvido, cuando sólo se les recuerda para las fechas puntuales, cuando los
frutos de la administración del Canal no revierten al pueblo en términos de
salud, educación, vivienda digna, fuentes de trabajo, salarios cónsonos con las
necesidades de los campesinos, los indígenas, los empobrecidos, la niñez, la
juventud, cuando es la burguesía y la empresa privada la que ocupa y se
aprovecha de las áreas revertidas, cuando no se ha hecho una justa reparación a
heridos y a los familiares de las víctimas que murieron en aquellos incidentes,
cuando se busca borrar la memoria histórica eliminando la materia de las Relaciones
de Panamá con Estados Unidos del programa escolar, cuando se irrespeta al
estudiantado y se le coarta la libertad de organización, de manifestación y
participación en la vida nacional y, sobre todo, cuando se le niegan las
condiciones necesarias para satisfacer su derecho a la educación, cuando se le
reprime y se les expulsa del sistema escolar y cuando los gobiernos de turnos
se sigue sometiendo a los dictámenes e
intereses geopolíticos de Estados Unidos.
Este
aniversario de los Mártires ocurre cuando precisamente se da una coyuntura que
toca el Canal, concretamente la construcción del tercer juego de esclusas, que
tiene un avance del 65%, supuestamente a ser terminada en 2015, pero que su
continuación está ahora en peligro por las contradicciones que se han producido
entre la Autoridad del Canal de Panamá, ACP, dueña del proyecto, y el Grupo
Unido por el Canal, GUPC (cuatro empresas:
una española, una italiana, una holandesa y una panameña) responsable de la obra, que
exige a la ACP la suma de mil seiscientos millones de dólares por sobre-costos
más allá de los términos del contrato.
Es de conocimiento que el Presidente Martinelli incidió, aún en tiempos
de campaña electoral en 2009 y como candidato presidencial, en la empresa
española que al ser escogida se convirtió en una de las mayoritarias
accionistas de la empresa constructora y que lidera la presión ante la ACP.
La consigna
popular “¡Los Mártires hablaron claro:
Bases NO!” que resume el legado de aquellos que ofrendaron su vida por
soberanía del país, acompañó al movimiento popular en la lucha de las décadas
posteriores y le sirvió de inspiración y de honor y memoria.
Conrado
Sanjur
Coordinadora
Popular de Derechos Humanos de Panamá, COPODEHUPA.
Panamá, 9 de
enero de 2014.
Tomado de http://www.amerindiaenlared.org/biblioteca/5004/memoria-historica-y-martirial-relevante-en-la-lucha-por-la-soberania
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