Al igual que cuando América Latina seguía las noticias de Baltazar Garzón y la detención de Pinochet en Inglaterra, toda España sigue con atención la Querella Argentina, la investigación de los crímenes de la dictadura de Francisco Franco a cargo de la jueza María Servini de Cubría.
Vanina
Escales, Infojus
Llegaron
al país 30 nuevos querellantes para presentarse ante la jueza María Servini de
Cubría, que investiga los crímenes de la dictadura española. Hubo un intento
por tomar declaración a través de teleconferencia el año pasado pero el
Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de España manifestó su
“malestar” al embajador argentino, Carlos Bettini. Los 10 mil kilómetros
recorridos entre Europa y Argentina, entonces, simplifica y reafirma la
voluntad de los familiares y víctimas del franquismo para que se investigue y
juzgue a los responsables de los delitos de lesa humanidad. La carátula de la
causa es “N.N. por genocidio y/o crímenes de lesa humanidad cometidos en España
por la dictadura franquista entre el 17 de julio de 1936, comienzo del golpe cívico-militar,
y el 15 de junio de 1977, fecha de celebración de las primeras elecciones
democráticas”, y su número es 4591/2010.
En
marzo de este año se dictaron órdenes de detención contra nueve acusados. Al
poco tiempo y luego de respuestas judiciales, se solicitó la extradición del ex
inspector de Policía Juan Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño, y de
Jesús Muñecas, ex capitán de la Guardia Civil. El próximo jueves el juez
español de la Audiencia Nacional Pablo Ruz les preguntará si desean ser extraditados
a Argentina por la causa de torturas. Entre los investigados por el delito de
genocidio se encuentra Rodolfo Martín Villa, suegro de Alberto Ruiz Gallardón,
actual ministro de Justicia de Mariano Rajoy.
Las
historias de las víctimas del franquismo se multiplican por miles. Francisco
Franco impuso una de las dictaduras más largas y sangrientas de las que
Occidente tenga memoria. Los represaliados sufrieron crímenes diversos:
perseguidos, exiliados, torturados, asesinados, desaparecidos, violados; muchos
de sus bebés fueron robados y sus bienes saqueados. Los desaparecidos españoles
superan los 150 mil, dispersos en fosas comunes y sin investigación judicial
para saber su suerte. Se cree que más de medio millón de personas murieron
desde el golpe de Estado hasta 1975. Los derrotados vivos, entre republicanos,
libertarios y otros enemigos del fascismo, fueron marcados y humillados: se
cortó el pelo a mujeres y niñas, no se les permitió estudiar a muchos, hubo
linchamientos y se los obligó a cantar himnos fascistas y a saludar como lo
hacían el führer y el duce. Se prohibieron las lenguas nacionales en un intento
por desterrar las culturas diversas de la península.
Algunos
casos
Cuando
su abogado dijo “garrote vil” se le aflojaron las piernas y perdió el
equilibrio por un momento. Salvador Puig Antich, de 25 años, creía que la
dictadura de Franco iba a fusilarlo; el garrote vil era otra cosa. Se trata de
un instrumento de ejecución medieval utilizado en España desde 1820 hasta que
la constitución de 1978 quitó la pena de muerte: el cuello de la víctima se
agarraba con un collar de hierro atravesado por un tornillo, el verdugo lo
giraba y provocaba la dislocación de las vértebras cervicales. Los últimos
ejecutados por este método fueron el anarquista Puig Antich y el alemán Heinz
Ches (llamado en realidad Georg M. Welzel), un preso común que ejecutaron para
quitarle lo político a la muerte del anarquista. Salvador era parte del MIL, Movimiento
Ibérico de Liberación, un grupo revolucionario que actuó hacia finales de la
dictadura del Generalísimo Francisco Franco. Xabier Erauskin vino en el grupo
para dar testimonio por los muertos de la CNT y el abogado Leonardo Elgorriaga
preparó un informe sobre los represaliados libertarios.
Andoni
Txasko Díaz estaba en una iglesia repleta de personas que se habían reunido por
una huelga. Los franquistas primero tiraron gases adentro del templo y, cuando
las casi cinco mil personas corrían hacia afuera, las esperaron con unas
ráfagas de metralla. Andoni se salvó de la muerte pero recibió una paliza que
le costó un ojo y casi la visión completa del otro. El señalado como
responsable del asalto de la Policía Armada ese 3 de marzo de 1976 es Rodolfo Martín
Villa.
Tras
un simulacro de juicio, el padre de Ascensión Mendieta Ibarra fue fusilado a
fines de 1939 y es uno de los 822 republicanos asesinados en el cementerio de
Guadalajara. Su cuerpo yace en una fosa común junto con 17 compañeros. Era
presidente de la Unión General de Trabajadores de Sacedón y su muerte fue
ejemplificadora: en cuanto se impuso la dictadura fueron a buscarlo.
El
abuelo y el tío de María Antonia Oliver Paris fueron detenidos ilegalmente y
son víctimas de desaparición forzada, tras seis meses de cárcel. María Antonia
es presidenta de la Associació Memòria de Mallorca que pide justicia por 1600
víctimas de desaparición y asesinato en esa región.
Tendiendo
puentes
La
Querella Argentina cada día suma más adhesiones. Se crearon en casi todas las
zonas de España plataformas de apoyo. La Plataforma Vasca espera conseguir para
finales de este año que el 80% de la población sume su apoyo. Lo mismo ocurre
en Asturias, Cataluña, Andalucía, Madrid, y se suma Argentina que ya armó su
Plataforma. La Cámara de Diputados de la Nación aprobó una moción de apoyo y
acompañan la querella numerosos organismos de derechos humanos del país, además
de Amnesty International. La Querella Argentina no para de crecer, al igual que
las demandas de memoria, verdad y justicia.
ENVIADO POR CEAQUA SOBRE 03/12/2013 EN NOTICIAS DE LA
PLATAFORMA ARGENTINA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario