La complicidad civil durante la última dictadura
María Mercedes Elichalt, condenada en 2013
por la
apropiación ilegal de una niña.
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En el año que acaba de irse fueron sentenciados por
complicidad o participación en delitos de lesa humanidad 16 civiles. En 2012
habían sido 9. La mayoría recibieron penas por apropiaciones durante la
dictadura y supresión y sustitución de sus identidades.
Por: Laureano Barrera
Con dieciséis condenas, el año 2013 fue el de mayor cantidad
de civiles condenados por complicidad o participación en delitos de lesa
humanidad. El 2012 ostentaba, hasta ahora, la mayor cantidad: nueve
sentenciados.
La mayoría de los civiles que recibieron penas fueron para
los ladrones de bebés a sus padres desparecidos: apropiaciones durante la
dictadura, y supresión y sustitución de sus identidades. En el juicio en el que
se ventiló el robo de Federico Cagnola Pereyra –hijo de Liliana Pereyra y
Eduardo Cagnola, fueron condenados Inés Graciela Lugones, exesposa del
fallecido represor Guillermo Minicucci, que está acusada de haber entregado un
bebé nacido en la maternidad clandestina que funcionaba en la ESMA, y el
matrimonio integrado por Jorge Ernesto Bacca y Cristina Mariñelarena.
María Mercedes Elichalt, la esposa del ex subcomisario de la
Policía Bonaerense Domingo Madrid, recibió diez años de prisión por la
apropiación de Elena Gallinari Abinet, hija de dos militantes montoneros
secuestrados y primera nieta nacida en un centro clandestino que recuperó su
identidad. También fue condenada la médica Silvia Marta Kirilosky, que firmó el
certificado de nacimiento falso, a la pena de cinco años y medio de prisión.
El 3 de diciembre, en tanto, fueron condenados Roberto
Cándido Duarte y su esposa Margarita Noemí Fernández por la apropiación de otro
nieto, Gabriel Matías Cevasco. Guillermo Amarilla María Francisca Morillo,
apropiada de Catalina de Sanctis Ovando, y esposa del militar Carlos del Señor
Garzón, recibió 12 años de pena en el marco de una causa de Campo de Mayo. Esa
misma sentencia incluyó el castigo para Aida Blandina Dusolina Pizzoni,
apropiadora de Guillermo Molfino Amarilla.
En esa jornada también fue condenado, a 25 años, un civil
torturador: Carlos Eduardo José Somoza, alias “Gordo”. Era ex agente de
inteligencia del Ejército y uno de los torturadores más violentos de El
Campito, que estuvo prófugo hasta enero de 2010 y fue fotografiado en
septiembre de 2012 violando su prisión domiciliaria.
El primer civil condenado en 2013 fue Julio Cirino y tiene
una historia particular. El ex agente del Batallón 601 fue condenado a seis
años de prisión por una resolución de la Sala II de la Cámara Federal de
Apelaciones –integrada por Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Farah– que
revirtió el sobreseimiento del represor firmado por el juez Ariel Lijo en
noviembre de 2012. Cirino estaba vinculado al PRO a través de la Fundación
Pensar, un think tank del partido de Mauricio Macri.
En tanto, la justicia federal correntina condenó en julio a
Carlos Faraldo y a Darío Ledesma, ambos agentes civiles del Destacamento de
Inteligencia 123 de Paso de los Libres, a seis años por privación ilegítima de
la libertad agravada y tormentos. En Rosario, en tanto, fue condenado el
abogado Pedro Alberto Rodríguez por el secuestro y las torturas que padeció
durante la última dictadura el entonces titular del Sindicato de Municipales de
San Lorenzo, Manuel Ricardo Casado. Rodríguez era asesor jurídico del municipio
y continuó siéndolo después del Golpe de Estado.
Tucumán fue el último distrito judicial que este año condenó
a civiles que participaron de la última dictadura militar. La ex policía de la
provincia María Elena Guerra fue condenada a dos años por usurpación de la casa
de una de las víctimas, mientras Francisco Guillermo López Guerrero fue
sentenciado por su participación como agente de inteligencia en el Arsenal
Miguel de Azcuénaga.
En 2012 había sido condenado Víctor Brusa, un ex juez
federal que colaboró con la represión en Santa Fé. Queda una deuda, respecto
del juzgamiento de civiles cómplices, que comenzará a saldarse el año que
viene: la condena a los empresarios que entregaron o instaron al secuestro de
activistas sociales o delegados gremiales de sus firmas. El emblema es el ex
emperador de la azúcar, el mandamás del Ingenio azucarero Ledesma, que está
procesado en una causa federal en Jujuy.
http://www.infojusnoticias.gov.ar/nacionales/lesa-2013-fue-el-ano-con-mayor-cantidad-de-civiles-condenados-2793.html
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